Comentario
Las resonancias del estilo severo, cuya más alta expresión es el arte de Olimpia, llegan a la Magna Grecia y nos ofrecen creaciones de gran interés, sobre todo, en el campo del relieve. Las metopas del Templo E de Selinunte son prueba irrefutable, y así se observa con claridad en las dos mejor conservadas, que son la de los Desposorios de Zeus y Hera y la del castigo de Acteón.
Dentro del género relivario hay otras creaciones destacables y entre ellas la más interesante es el llamado Trono Ludovisi, del Museo de las Termas en Roma. Es un original de mármol formado por una cara central y dos laterales, cuya función se desconoce. Los bajorrelieves que ornan las tres caras son espléndidos exponentes del estilo severo. En la cara central se representa el nacimiento de Afrodita, cuyo torso emerge del mar, asistida por las Horas. La calidad de la labra se advierte con facilidad en esta temprana manifestación de la llamada técnica de paños mojados, y lo mismo se puede decir de las dos figuras femeninas, una vestida y otra desnuda, que aparecen en las caras laterales. La nitidez de los contornos, la forma cerrada y la plasticidad del modelado son los rasgos que definen el estilo.